Txalaparta y Autoconocimiento (7)

El Papel de la Txalaparta (1)

En los primeros artículos me he centrado en describir con un cierto detalle las, a mi juicio, causas por las que se va formando durante nuestro desarrollo como personas ese esquema mental con el que funcionamos por la vida.

A partir del presente artículo, vamos a ir comprendiendo qué relación existe entre lo anteriormente dicho y la txalaparta.

Creo que todos los que tocamos la txalaparta y hemos intentado iniciar a alguien nuevo en este instrumento, nos hemos encontrado con personas que manifestaban algunos síntomas que, desde un análisis superficial, las hemos interpretado normalmente como torpeza de la persona, falta de ritmo, falta de oído musical, etc.

La Txalaparta funciona como un amplificador de nuestro esquema mental

Como pongo en la diapositiva, creo que la txalaparta actúa como un amplificador de nuestro esquema mental inconsciente, y que esos síntomas que apreciamos al tocar la txalaparta no son más que manifestaciones de ese esquema mental. Y esto es válido no solo para los principiantes, en los que esa aparente torpeza es en parte achacable a la torpeza normal y esperable en alguien que se enfrenta por primera vez a algo nuevo, sino que también se puede observar en txalapartaris experimentados.

Creo que todos conocemos a muchos txalapartaris que solo saben tocar de una manera determinada, manera en la que se encuentran muy cómodos, pero que en cuanto se les hace tocar de una forma diferente, se ponen tensos, aparece la “torpeza”, les cambia la expresión de la cara y se ve claramente que no se encuentran cómodos y que no disfrutan. Esto es debido a que se les ha sacado de su zona de confort y se les está obligando a tocar en zonas que confrontan directamente con su estructura defensiva inconsciente.

Nuestro esquema mental inconsciente condiciona nuestra manera de tocar la txalaparta

El problema es que si no nos forzamos a tocar en esas zonas de incomodidad, seremos unos txalapartaris mediocres, con un abanico de posibilidades muy estrecho y probablemente terminaremos por aburrirnos de la txalaparta.

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